Los principales riesgos de las altas temperaturas para la salud son la deshidratación, que se produce por la pérdida excesiva de agua y electrolitos por el sudor, y la insolación o golpe de calor, causada por un fallo en el sistema de termorregulación del cuerpo que dificulta la adaptación de la persona a una subida brusca de temperatura.
Medidas preventivas para evitar la deshidratación:
- Beber agua y líquidos de manera frecuente, sin esperar a tener sed
- Evitar consumir bebidas con cafeína, alcohol o muy azucaradas.
- Aumentar el consumo de ensaladas, verduras y frutas
- Evitar las comidas grasas y demasiado abundantes
Medidas preventivas para protegerse del calor al aire libre:
- Evitar la exposición solar en las horas centrales del día
- Protegerse mediante sombrero, gafas de sol y protector solar
- Usar ropa ligera, holgada y que deje transpirar
- Evitar realizar actividad física intensa en las horas de más calor
Medidas preventivas para protegerse del calor en interiores:
- Aprovechar los momentos de menor calor para ventilar y refrescar la casa
- Evitar el uso de máquinas y aparatos que produzcan calor
- Usar ventiladores
- Refrescarse el cuerpo, sobre todo cara y manos, con agua fresca
Cuidar de las personas más frágiles
- En especial a bebés y menores, mujeres gestantes y lactantes y personas mayores
- NUNCA debe quedarse alguien en un vehículo estacionado y cerrado
- Visitar al menos una vez al día a las personas mayores que viven solas
En caso de emergencia, llamar al 112
En el siguiente enlace puede accederse al Plan de Calor del Departamento de Salud y Osakidetza: