El 4 de junio de 1932, la corporación municipal del Ayuntamiento de Legazpi aprobó, por primera vez, colocar la ikurriña en el balcón consistorial. Sucedió el día de San Ignacio, antes de la guerra. La corporación, con el joven alcalde del caserío Erreizabal Daniel Aranguren al frente, colocó la ikurriña por primera vez en la historia, tras décadas de represión, como muestra del sentimiento nacionalista que se estaba extendiendo en Legazpi.
80 años después, y continuando con el espíritu de aquella época, tenemos a la ikurriña de nuevo y para siempre entre nosotros/as, puesto que a petición de los y las legazpiarras la izamos en una de las plazas del municipio. Por lo tanto, desde el 23 de junio de 2013 uno de los símbolos de los euskaldunes ondea al viento en la plaza Euskal Herria.
El acto celebrado en junio de 2013 fue un acto sencillo pero a la vez lleno de sentimiento. Portaron la ikurriña los familiares de los que 80 años atrás formaron la primera corporación municipal. Entre otros, los allegados de Daniel Aranguren, Cayetano Elorza, Abeliño Ziaran, Domingo Iñurritegi, Justo Urzelai, Jose Mari Agirrezabal, Valentín Agirrezabal, Jose Aztiria y Anselmo Zabaleta.
No cabe duda que si el día 4 de junio de 1932 fue inolvidable, no fue menos el de junio de 2013. Aunque los tiempos cambien, el acto se repitió, y desde entonces, la ikurriña ondea a los cuatro vientos en Legazpi, para siempre.