Incrementar el uso de agua o vigilar la ropa que usamos es determinante cuando el calor se dispara.
Cuando los termómetros superan los 38ºC el cerebro empieza a responder con dificultad, por lo que es muy importante evitar exposiciones prolongadas al sol, especialmente en las horas centrales del día, ya que pueden llevar a la deshidratación e incluso provocar cortes de digestión.
Recomendaciones ante la ola de calor:
- hidratarse a menudo, bebiendo agua incluso sin tener sed, le ayudará a recuperar las pérdidas de sudor
- evite consumir bebidas con cafeína, alcohol o demasiado azúcar. No calman la sed y le hacen perder líquidos corporales
- aumente el consumo de ensaladas, verduras y frutas para reponer las sales minerales que se pierden con el sudor. Evite las comidas grasas y copiosas puesto que dificultan la adaptación al calor
- si nota mucho calor refrésquese el cuerpo, sobe todo manos y cara con agua fresca
- evitar el sol en las horas centrales del día, las comidas muy copiosas y la ropa oscura y con poca transpiración.
- Evite la ropa oscura y con poca transpiración. Llevar ropa de colores claros que reflejan el sol
- evitar realizar esfuerzos físicos que generen intenso sudor en las horas centrales del día
- abrir las ventanas de las viviendas antes de las 8:30 de la mañana y oscurecer las habitaciones con persianas para evitar que entre el sol
- nunca debe quedarse nadie en un vehículo estacionado y cerrado, aunque esté a la sombra
Ver el Plan de Calor del Departamento de salud de gobierno Vasco