Este mes os invitamos a preparar la receta de Crema de guisantes
La temática elegida para el calendario de 2022 son los alimentos de temporada locales que aportan beneficios a nuestra salud y bienestar y para nuestro entorno.
Si consumimos alimentos de temporada apoyamos:
- los modelos productivos de nuestros baserritarras
- una comercialicación más sostenible, ya que se malgasta menos energía en su distribución
- un menor empobrecimiento del suelo. A al respetar los ciclos naturales de las plantas se fomenta la rotación de cultivos y se produce un menor empobrecimiento del suelo
En definitiva, al ser cultivados de forma natural,conservan sus aportes nutricionales; hablamos de vitaminas, minerales y otros nutrientes. Adicionalmente a esto, tienen una textura, una apariencia y un sabor más adecuado. Los alimentos de temporada son de mayor calidad en su época de recolección.
¿Cuál es la legumbre elegida para el mes de abril? Los guisantes y habas frescas
A pesar de que existe la creencia de que los guisantes y habas son verduras, se tratas de una legumbre, al igual que los garbanzos o las alubias.
El guisante es una planta es trepadora y puede alcanzer los 2 metros de altura, con zarzillos ramificados y flores blanzas o moradas y en cada vaina suele haber entre 7 y 9 semillas.
Según la Fundación Española de Nutrición, una ración de guisantes tiene:
- tanta proteína como un huevo entero, aunque es de menor calidad
- menos de un gramo de grasa
- nada de colesterol
- es una fuente de minerales como fósforo o potasio
- aporta vitamina C, aunque parte de ella se pierde en la cocción y folatos que son muy importantes durante el embarazo
El guisante es un alimento oriundo de Oriente Medio y Asia central, donde se cultiba desde hace miles de años.
Las habas también son plantas trepadoras de unos 75 cm de altura y sus flores son blancas con una mancha central negruzca. En cada vaina puede haber entre 2 y 9 semillas.
Las habas tienen la propiedad de fijar el nitrógeno en el suelo, lo que hace que sean utilizadas para fortalecer los suelos.
Las habas frescas proporcionan de proteínas e hifratos de carbono y son fuente de fibra porcedente de la piel, por lo que interesa comerlas con la piel. Aportan menos calorias que las habas secas. También contienen vitamina C y folatos y son ricas en hierro y potasio. Su índide glucémico es bajo, por lo que son recomendables cuando se desea vigilar los niveles de azúcares en sangre.
Las habas son uno de los alimentos más antiguos de la humanidad. Hay constancia de su cultivo desde el período neolítico, 6.000 años a.c.
En el siguiente enlace puede accederse a un cartel informativo de ELIKA-Fundación Vasca para la Seguridad Agroalimentaria y un receta para preparar crema de guisantes.