Impulsar las energías renovables y promover los principios financieros éticos serán, respectivamente, los objetivos primordiales
Tal y como se aprobó en el pleno celebrado en enero, el Ayuntamiento de Legazpi se convertirá, por un lado, en socio colaborador de la cooperativa Goiener, mediante una aportación de capital de 1.000 euros. Y por otro lado, será también socio de la entidad Banca Popolare Etica, mediante la adquisición de acciones valoradas en 1.800 euros.
Gracias a esas dos acciones el ayuntamiento dará un paso más hacia un sistema en beneficio de las personas y no de los grandes intereses económicos.
La cooperativa Goiener, nacida en el Goierri y ubicada en Ordizia, se basa en un proyecto cooperativo de generación y consumo de energía renovable con el que se quiere recuperar la soberanía energética. Es también otra alternativa para salir del oligopolio de las grandes empresas energéticas que están haciendo poco por el consumidor y mucho por engrosar sus beneficios, apostando, en todo momento, por las energías renovables. De ese modo, la ciudadanía recuperará el control sobre este tipo de bien básico y se concienciará sobre su importancia, promoviendo un consumo responsable y sostenible de la energía.
También supone una apuesta por la creación de empleo verde, puesto que se calcula que por 1.000 socios de Goiener se creará un puesto de trabajo.
Un banco sin ánimo de lucro
La Banca Ética llamada Fiare Banca Popolare Etica, con sede en Bilbao, ofrece los servicios de cualquier otro banco, pero con la diferencia de que es una entidad sin ánimo de lucro y transparente. Se da cuenta de dónde va a parar el dinero aportado (a proyectos de cooperación internacional, salud, educación, etc.), e incluso existe la opción de que cada persona proponga algún proyecto de interés local.
El objetivo primordial de la Banca Ética es, precisamente, la de recuperar la función social de las cajas de ahorro del inicio y que, a fin de cuentas, el dinero se utilice en beneficio de las personas.
