El cardador o carda de mano es una herramienta que utilizaban los pastores para trabajar, limpiar y peinar las fibras de lana de oveja antes de hilarlas para uso textil.
Las cardas son una especie de cepillos que tienen dientes de hierro. Tienen la particularidad de que estos dientes de hierro no son rectos, sino que están doblados en una dirección para agarrar los filamentos de lana de oveja.
Mediante las cardas el pastor lograba separar y estirar la lana de oveja de manera que se pueda utilizar como fibra para hilar o como hilo para tejer.
La lana de oveja se genera en el proceso de esquilado de las ovejas. El pastor limpiaba esta lana para eliminar la suciedad y los restos de grasa que podía contener.
Tras esta operación procedía a desenredar o cardar la lana de oveja para dejarla lista para la siguiente operación de hilado, en la cual se retuercen las fibras de lana cardadas para unirlas y a la vez lograr una hebra continua.
Esta operación la podemos observar todos los años en Artzain Eguna.
Las cardas eran unas herramientas muy importantes para nuestros pastores, ya que les permitían sacar provecho de la lana de oveja que, ellos mismos, generaban como residuo de la operación de esquilado de las ovejas.
Es un claro ejemplo de economía circular, donde trabajaban un residuo para convertirlo en otra materia prima, el hilo y el que a su vez se convertía en calcetines u otras piezas de ropa.
¿Cómo se utilizan las cardas?
Para separar y estirar la lana de oveja. Se dispone en una mano una carda con la lana de oveja a separar y estirar y en la otra mano la carda vacía.
A continuación se pasa la carda vacía sobre la que tiene la lana realizando el movimiento de las manos en sentido contrario. Con este movimiento lograremos que parte de la lana pase a la carda vacía.
A continuación se realiza el movimiento de las manos en el mismo sentido con la finalidad de limpiar una de las cardas.
La repetición de estos movimientos logra separar las fibras de la lana de oveja y dejarlas preparadas para la operación de hilado.
Probablemente la lana fue una de las primeras fibras empleadas para tejer telas. No se sabe cuándo se empezó a manufacturar tela empleando la lana, pero desde luego fue antes de que se comenzara a escribir la historia.
Tampoco sabemos quién fue el primero que descubrió que podía tejerse tela con ella. Lo que si sabemos es que quien lo hiciera, realizó un gran descubrimiento.