Por la mañana, bajaron en kalejira desde Hegialde hasta la plaza.
Después en la plaza gritaron numerosas reivindicaciones por el micrófono,
facilitando también momentos para los bertsos y bailes al son de la trikitixa.
Al anochecer, llegó la hora del manifiesto,
y también de cantar todas juntas.
Desde la mañana hasta el anochecer también muchos hombres
se solidarizaron con las reivindicaciones de las Mujeres.